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Hoy día se estima que la población total mundial ascendería a 6.000 millones de habitantes (aproximadamente), cuando a mediados de los años 1900 esta cifra era de 3.000 millones.
A medida que corren los tiempos la población -en el mundo- va aumentando cada vez en mayor escala y más rapidamente.
Por ejemplo se estima que para los próximos 10 años, este número (6.000 millones) podría llegar a 7.500 millones.
Esto ocurre por diversas circunstancias:
Todos sabemos que las mejores condiciones de vida (alimentación, salud, avances científicos, etc.) favorecen esta situación. Pero también el aumento ocurre por simple multiplicación natural, que sistemáticamente eleva en forma automática el número de nacimientos.
También sabemos que a mayor número de habitantes, menores serán las condiciones del planeta para satisfacer con sus recursos a tanta cantidad de personas. Como también, peores serán las condiciones de mantenimiento -en sano equilibrio- de los factores ecológicos que debieran mejorar en su estado de control y conservación.
Lamentablemente el planeta no puede crecer como la hace la población que lo habita.
La reflexión final nos hace recordar esta pregunta:
Hacia donde queremos ir, o cuál es verdaderamente el propósito de la humanidad en este granito de arena (planeta Tierra) que -por ahora- sigue orbitando alrededor del sol?
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